1.6.17

TODO EMPIEZA POR HACER HUECO

¡Hola soñadoras! Aquí sigo escribiendo un poquito cada semana mientras termino de poner a punto mi nuevo proyecto: Succu. Además, me gustaría contaros otro descubrimiento que he hecho durante los últimos meses.

Todo partió de que había pasado mucho tiempo haciendo proyectos de punto y costura que prácticamente no había usado después. No me gustaba nada esa sensación de inutilidad y quería saber por qué me pasaba. Sé que a algunas de vosotras también os ha ocurrido eso en algún momento.

Más tarde descubrí que muchas veces había elegido patrones, materiales y colores al tuntún, por antojo, sin un criterio claro y conciso. Y que para tener eso, un criterio claro y conciso, tenía que conocer cuál era mi propio estilo de vestir. Ese que hace que cada prenda que conservas en tu armario te haga sentir genial cuando la llevas puesta. Porque no sólo te queda bien sino que además refleja tu forma de ser.

Pues bien, a la vez que empezaba a tener las cosas más claras, me daba cuenta de que mucha de la ropa que ya tenía no era de mi nuevo estilo. Así que no me quedó otra que hacer un détox de armario. En otras palabras, ordenar toda mi ropa, zapatos y complementos de cabo a rabo y decidir con qué quedarme y con qué no.

Para hacerlo de una vez por todas, recurrí a Marie Kondo. Una japonesa experta en orden, que estoy segura que muchas conocéis.


Ella defiende la idea de que tener nuestras pertenencias en orden puede resultar mágico. No sólo ordenas tu entorno material, sino también tu cabeza. Y por extensión, tu vida. Para ello no sólo recolocas tus cosas sino que te deshaces de todo aquello que no te hace feliz. Se trabaja el desapego, y eso es una práctica que viene bien para cualquier ámbito de la vida. De ahí la magia.

Bien, pues lo puse en práctica y el resultado fue que terminé con los riñones hechos polvo, no sé cuántas bolsas de prendas para donar, y un armario donde de pronto me cabía toda la ropa, de todas las estaciones, juntas y tranquilamente colocadas. Varios meses después de aquello, sigue igual. Sin recaídas en el caos ;)

Mi gran dilema vino con las prendas de punto que tenía guardadas en un cajón. No las estaba usando y eso me daba mucha rabia. Tanto tiempo, esfuerzo y dinero invertidos para tenerlas envueltas en papel de seda sin darle vida. Sin embargo también me daba alegría recordar los momentos en los que las hice: el lugar en el que estaba, si la presenté en el blog, si había podido contactar con su diseñadora, qué momento difícil me ayudó a superar...

Al final decidí que merecían una segunda oportunidad. Que alguien las vistiera y las supiera disfrutar. Son bonitas, están bien hechas y son de muy buena calidad. Las podía regalar perfectamente, pero con un negocio en camino todo el dinero es poco. Así que para sacar algún extra las he puesto a la venta en Etsy. Están estrenadas, la mayoría sólo para hacer una sesión de fotos. Pero es así, son de segunda mano. Os dejo aquí el enlace a la tienda por si os apetece echar un vistazo. También hay algo de stash.

En resumen, después de haber aplicado el método de Marie Kondo, aún no tengo el armario de mis sueños. Lo que tengo es una especie de armario en transición. Contiene cosas que me encantan, que van con mi estilo recién descubierto, y otras que no, pero que están bien, me resultan cómodas y me las pongo mucho, por inercia. Poco a poco iré dándole coherencia de colores, materiales, texturas, formas... Pero por ahora, estoy satisfecha con este comienzo.

¿Habéis puesto en práctica alguna vez el método Konmari? ¿Qué tal os ha resultado la experiencia? ¿Habéis vendido alguna vez vuestras cositas handmade? ¿Os costó deshaceros de ellas?

Seguimos en contacto. ¡Un besazo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario